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Se lee:
El C. Gobernador y Comandante Militar del Estado, General Manuel M. Diéguez,
en acuerdo de hoy, ha tenido a bien nombrar a usted
Oficial interino de la Biblioteca Pública de esta ciudad,
en substitución del C. M. Paredes Ibarra.
Lo que comunico a usted para su conocimiento y efectos consiguientes.
CONSTITUCIÓN Y REFORMAS.
Guadalajara, Jal. Julio 16 de 1914.
El Srio. de Gobierno y de la C.M.
Manuel Aguirre Berlanga
Al C. Prof.
Julián Villaseñor Mejía.
Presente.
Breve contexto:
Después de que el día 8 de julio de 1914 hicieran su arribo triunfal en la llamada "Toma de Guadalajara" las tropas constitucionalistas, hecho que significaría la derrota total del usurpador Victoriano Huerta, el presidente de la república Venustiano Carranza nombraría gobernador del estado interino al oriundo de Jalisco, general Manuel Macario Diéguez, quien junto a Álvaro Obregón comandó a dichas tropas.
Al recién nombrado gobernador le resultó difícil poner en marcha su administración, ya que en la ciudad sufría del acoso soterrado tanto de un amplio sector de la sociedad, como de los miembros del disuelto partido católico nacional PCL (hasta aquel momento en el gobierno), y del clero. De inicio a su llegada ordenó la disolución de los poderes legislativo y judicial e inició con la renovación de los funcionarios estatales y municipales, lo que generó una importante escasez de recursos humanos en todos los niveles de la administración pública.
Se incorporaron en su gobierno un gran número de profesionistas, doctores, ingenieros, abogados, inclusive empresarios, y sobre todo maestros; en general cuadros comprometidos con la revolución. Señalar que aquellos quienes aceptaban integrarse al nuevo gobierno tenían que jurar tanto ante la Constitución federal de 1857 como ante la Constitución local, y sobre todo acotar la situación de que, apenas realizaban el compromiso, los nuevos funcionarios eran acosados por la iglesia, tanto en el púlpito como en el confesionario, los sacerdotes les exigían que se retractaran so pena de ser excomulgados.
Ante esto, el gobernador expediría el 17 de agosto de 1914 el decreto número 15 que imponía penas de seis meses de arresto y multas de cien a mil pesos a todo funcionario que, habiendo jurado la Constitución “ocurriere ante los ministros de cualquier religión a retractarse de haber protestado, sea verbalmente o por escrito”, de igual manera a aquel que al tomar cualquier cargo público “se hubiese comprometido ante cualquier ministro de la Iglesia a promover la derogación de una ley o desobedecerla”.
En aquel escenario era nombrado encargado de la biblioteca pública de la ciudad de Guadalajara el maestro Julián Villaseñor Mejía, quien para aquel entonces era prefecto de la escuela normal de profesores de Guadalajara y había sido maestro y director en la población de Cuautla, Jalisco, maestro y director en La Barca, Jalisco, y posteriormente maestro y director en diferentes planteles de la capital del estado.
Continuaba su carrera como funcionario e iniciaba su carrera política.
Referencias: